¿Por qué la del miedo es mi favorita?
- Carlota Toribio Serra
- 26 sept
- 2 Min. de lectura
En el recorrido de nuestros días, tenemos momentos de todo. A veces nos duran horas, a veces días o años, la cuestión es darnos cuenta de lo que sentimos.
Hace unos años que pasé por un momento raro, nunca me había sentido con miedos, inseguridades, sintiéndome rara conmigo misma. Todas estas sombras, que formaban parte de mí, iban saliendo a la luz y no sabía cómo gestionarlas.
He estado tiempo reconociéndome, intentando entenderme, cuestionándome por qué estaba cambiando de esta manera, de hecho, no me reconocía. Me obsesioné en cómo estaba siendo y si estaba siendo mi Yo auténtico.
¿Os cuento algo?
Aún estoy descubriéndolo. La diferencia es que, ahora, empiezo a reconocerme, empiezo a sentir y saber qué es lo que quiero, a sentir esa llamada que mi alma me está pidiendo que haga y así se lo voy/ me lo voy a permitir.
Ahora siento que tengo ganas de expandirme, de salir, de volver a conectar, experimentar y realizar aquello que me gusta.
De ahí a que esta libreta es tan importante para mí.
Os presento mi libreta de los miedos.

Con ella he decidido empezar a hacer todo lo que quiero aunque tenga miedo.
En primer lugar he apuntado todo lo que quiero hacer. TODO, no importa el qué por pequeño que sea.
Cada vez que hago algo con miedo, apunto:
qué es lo que siento antes de hacerlo, qué miedos y sentimientos/sensaciones se me despiertan,
qué estoy sintiendo mientras lo estoy haciendo,
cómo me siento después de haberlo hecho y si todos los miedos que tenía al principio, realmente eran para tanto.
Siento que esta se va a convertir en una herramienta para mí, porque se que me va ayudar, por ahora, a atreverme y a hacerme más fuerte y segura.
Es posible que os ayude a vosotr@s también, así que os animo a que si no os atrevéis a hacer algo, no dejéis de vivir; apuntarlo, sacar todo lo que os incomoda y una vez realizado lo que teníais planeado, observar si realmente vuestros miedos (cualquier miedo que sea), tenían fundamentos.
Os amo,
Carlota.





Comentarios