Bienvenida Etiopía

Bienvenida Etiopía

Este momento único y mágico.

En primer lugar decir que me hace mucha ilusión empezar este espacio con un post muy especial. ¿Quieres saber por qué?

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Hace unos 7 años hice un viaje super espectacular a un país maravilloso como es Etiopía.

Se me dio la oportunidad de viajar con un grupo de gente que no conocía de nada, bueno en realidad sí, sólo una persona... la que insistió mil y una veces para que fuese, diciéndome que no me lo podía perder por nada del mundo. Tenía razón.

Él formaba parte de una fundación CIS Angel Olarán en el que cooperan con un proyecto, con el mismo nombre, en Wukro, Etiopía.

Ya os contaré mejor en otra entrada este viaje porqué tiene toda la importancia en mí, de hecho fue unos de los viajes que marcó mi vida.

Bien pues allí, a parte de viajar con un grupo que no conocía, fuimos a la misión de la fundación y estuvimos unos 4 días. No puedo describir lo que sentí allí, la amabilidad, el amor, la gratitud, el conocimiento, el poder que daban esos niños, adolescentes y adultos... Después de esos días nos volvíamos para Barcelona, para mi casa. Aquélla era la suya y yo volvía a la mía con una pena muy grande porque dejaba una manera y estilo de vida que apreciaba, quería y me estaba enamorando.

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Al cabo de un par de semanas de estar en casa, yo seguía llorando por dentro aquella despedida de la que en realidad no quería deshacerme. Un sentimiento que no quería dejar de sentir. Y sonó mi teléfono.

Era él diciéndome que en 3 semanas venían algunos de los chicos que conocí en Etiopía a Barcelona. Creo que no me pudo dar una mejor noticia.

Tenía TANTAS ganas de verlos... Fue un momento mágico y único.

3 días con ellos viviendo un montón de experiencias;

• Empezando por un tour en el Camp Nou, que obviamente sus caras de ilusión lo decían todo. Sólo pensaban en lo único que había ahí, ese espacio lleno de copas, de fotografías, poder sentarse por un momento en las sillas del campo... No podían parar de hacerse fotos y a mí me encantaba verlos. Para ellos todo era mágico, cada objeto, cada instante, aquéllas fotografías que se llevaron con ellos para siempre, pero sobretodo ese recuerdo en las mentes de algunos de los jóvenes.🏐

• Uno de los mejores momentos que he vivido en mi vida fue en el museo de chocolate. Estábamos haciendo un taller y de repente nos dijeron que podíamos hacer alguna cosa con el chocolate deshecho que había ahí para hacer unos bombones, pero claro no es lo mejor que les puedes decir a unos adolescentes 😅. Empezamos una guerra con el chocolate, casi nos riñeron y lo mejor, me hicieron volver a sentir como una niña pequeña. Fue increíble verlos disfrutar de aquella manera con sólo 🍫. Verlos ser ellos mismos y darme cuenta que todos tenemos ese niño pequeño dentro de nosotros y que sacarlo a relucir forma parte de nuestro SER más puro, libre, expresivo, poderoso... 👶

• La comida para ellos también fue una experiencia absolutamente innovadora. Nunca habían probado nada más allá de lo que comen en su país. No sabían que se podía comer pan con tomate, pero básicamente porque no tenían el conocimiento que existiera un alimento que se llamara pan y fuese en forma de barra. Pero había muchos otros alimentos que obviamente no sabían ni que existían. Cada vez que iban a un restaurante preguntaban qué había en la carta y qué era lo que les podía gustar. Había platos que les gustaba un poco más y otros un poco menos, pero siempre se acordaban de lo que les gustaba para poderlo pedir en otro lugar. Les daba un poco de miedo probar pero al final lo hacían y ver esas caras cuando no les gustaba algo era maravilloso. 🍕 

• Una experiencia que seguro no olvidarán jamás fue la de ir en barco por el puerto de Barcelona. Hacía un día maravilloso y estaban super contentos porque por primera vez iban a subir a un barco. Algunos estaban super emocionados por tener esta experiencia, que muy probablemente fuera la única vez que lo podían hacer, pero otros tenían miedo. Miedo a caer al mar, miedo al barco, miedo a que no sabían nadar, pero subieron, sin duda alguna subieron. Ellos eran, y son, pura magia, son el ejemplo perfecto de aprovechar cada ocasión, cada momento, de sacar lo bello de cada instante, porque nadie más que ellos sabían que era la única oportunidad de hacer algo que seguramente no volverían a poder. Iniciando la salida se podía entrever quién tenía miedo y quién estaba mareado, porque más de uno 🤢. Bajar de ahí creo que fue el mejor momento del día.

• Otro día fuimos a hacer un tour con el bus turístico. Lo recuerdo especialmente porque se aburrieron como nunca y fue muy gracioso ver cómo les interesaba, más bien poco, lo que estaban viendo. Muchos se quejaban que es que iba muy lento, otros les daba un poco igual porque lo que querían era jugar y estar con gente... Pero lo mejor fue la decisión de bajar del autobús en medio recorrido dirigirnos a un parque y darles una pelota. Eso era lo único que querían y necesitaban ese momento, una pelota. Cuando estuve ahí no tenían juguetes, no había muñecos, todo era lo que se inventaban con palos, con el material que la naturaleza les daba. Tantos días en ciudad y con mil cosas que les distraían les cansó, hasta tal punto que sí, se pusieron a chutar con la pelota y fueron los niños más felices del universo. Qué curioso que en un país que tenemos tanto necesitemos más y en uno que tienen tan poco no necesiten tanto. Eso fue el último día así que creo que ya estaban un poco cansados de hacer los turistas por las calles de la ciudad. 🚍

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Fue increíble tenerlos estos tres días porque me enseñaron el poder de descubrir cosas, me hicieron ver la importancia de SER y de vivir. Verlos viendo cosas nuevas por primera vez, intentando decir palabras en catalán, probando comidas, paseando por las calles con un poco de inseguridad para ver lo que sucedía en cada paso.

Lo más importante fue verlos y descubrir aún más ese universo tan maravilloso que llevaban dentro en ese momento.

Él, la persona que me convenció para ir a Etiopía fue la persona que los trajo a España. 

Al año siguiente me llamaron, no esperaba para nada aquélla noticia. Él falleció pero nunca, nunca dejaré de agradecerle que me convenciera para conocer a estas maravillas de personas pero sobretodo por aceptarme a que les acompañase en este mini viaje de estos pequeños etiopes a Barcelona.

Bienvenida Etiopía.